Y justo entonces, llego a rozar la calma, cada vez que lo hace, cada vez que
sonríe, nosé cómo ni de qué forma, ni la razón por la que reacciona así, pero
basta estar en la peor situación, para que llegue y te la convierta en una de
las mejores. Y podría perderme en sus ojos, en cada gesto, en cada estupidez que
sale por su boca, en la forma en que rechista, o en la forma en que se
excusa..en cada detalle, en cada abrazo, en cada beso, en cada por qué, o en uno
de los pocos pero bonitos te quiero, por hacer una única excepción. Tal vez
tenga la virtud de hacerlo, de hacer cambiar un estado de ánimo a otro
completamente diferente, teniendo en cuenta su presencia, y sin motivo alguno, o
simplemente por el tiempo, o por la confianza adquirida a lo largo de los meses.
Y seguiré riendo, llorando, encontrando excusas fáciles, o mis más propias
confusiones, pero sin lugar a duda, siempre habrá una única forma de calmarme y
sentirme bien, y eso me basta..el cada vez que lo hace,cada vez que sonríe.
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